Mi nombre es Yessica Cavazos, soy licenciada en comunicación y maestra con 9 años de experiencia en educación preescolar. Me considero una enamorada del método pedagógico constructivista, me llena de felicidad el poder interactuar con mis niños, leerles cuentos y enseñarles las herramientas necesarias para formarse como unas personas curiosas, responsables, respetuosas y capaces, a través de actividades, dinámicas y juegos.

El año pasado decidí comenzar con un proyecto en redes sociales de nombre En Casa Juego, con el objetivo de mostrarles a madres y padres de familia juegos y dinámicas fáciles, rápidas, con material reciclado y más que nada con beneficios para el correcto desarrollo de los niños, poniendo en practica sus habilidades y obteniendo a través de ellos aprendizajes de calidad. Gracias a esto he conocido a mamás que quieren conocer diferentes métodos de enseñanza y aprendizaje, buscan romper con el sistema tradicional y descubrir la mejor opción para educar a sus hijos.

He tenido experiencia como maestra de preescolar tanto en escuelas con sistema educativo tradicional, como en escuelas constructivistas, adaptarme a un método de enseñanza diferente al que estamos acostumbrados la mayoría de los maestros en México me fue difícil. La mentalidad tradicional educa a base de correctivos o planas, sin embargo, el método constructivista es más empático, respetuoso, invita a equivocarse y respeta la maduración de los niños, entiende que cada uno se desarrolla a diferente edad y les entrega las herramientas necesarias para aprender.

En los niños influye de gran manera el método de enseñanza que sus escuelas utilizan, por ejemplo, los pequeños que asisten a instituciones constructivistas basadas en dinámicas y participaciones son más curiosos, perseverantes, respetuosos, ellos buscan resolver problemas y desde preescolar se les enseña a ser activos, por otra parte, en las academias en donde se imparte un método tradicional, los niños tienden a crecer como jóvenes temerosos, cohibidos o indecisos, esto porque desde chicos aprenden que errar no es normal, siendo sometidos a regaños que les duelen y los cambian. 

Poco a poco es más común que en consejos técnicos para maestros se nos enseñe sobre las emociones de los niños y la importancia de valores como empatía y respeto, sin embargo, se sigue mostrando con un enfoque tradicional, en donde se prioriza el aprendizaje colectivo por encima del individual, sin respetar los tiempos de desarrollo de cada uno de los alumnos.

Como maestros debemos de trabajar para planear clases enriquecedoras y dinámicas, ahora más que nunca es vital hacer adecuaciones en nuestras aulas para darles a los niños el conocimiento que perdieron durante los meses de clases en línea, es evidente que hay un retroceso en su desarrollo. Fueron tiempos difíciles para maestros, alumnos y padres de familia, pero ante todos los problemas debemos de hacer alianza entre las distintas partes para priorizar el aprendizaje y desarrollo de nuestras infancias.

A partir de lo que he vivido en mis años como maestra y principalmente en el tiempo que he estado activa en redes sociales compartiendo contenido educativo, he descubierto que existe una gran cantidad de madres y padres de familia que no conocen las distintas opciones de aprendizaje a las que sus hijos pueden acceder, a pesar de desconocerlas, se interesan por investigar, descubrir y acercarse a estas propuestas disruptivas que proponen herramientas distintas para el desarrollo adecuado de sus niños dependiendo del perfil que tenga. 

Ante esta situación quiero aprovechar el espacio para hacerle llegar a los integrantes del Senado de la República la siguiente pregunta: Nuestros niños y niñas tienen derecho a una educación de calidad. ¿Por qué no se está informando sobre los distintos métodos de aprendizaje que les permita alcanzar su máximo potencial mediante la enseñanza?