Recientemente se ha firmado la "Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027", pero aparte de ser un fantástico tutorial de buenas intenciones, la realidad de las trabajadoras, y trabajadores de las Pymes españolas que sufrimos de Acoso laboral por denunciar irregularidades en nuestra empresa es de exponernos a un gran riesgo psicosocial y de agravamiento del acoso laboral, sin tener opciones a acceder a medidas cautelares y o de control contra esa forma de ejercicio de violencia psicológica laboral durante la fase de instrucción por el organismo, autoridad que fuera competente en materia de Acoso laboral y moral en el trabajo. No puede dejarse a una victima de Acoso laboral a su suerte sin protección, con la única opción a una baja médica y/o denuncia en juzgado en los lentos plazos actualmente establecidos en la jurisdicción social. Se obliga a la víctima a trabajar con su acosador, o pedir baja médica a su médico de cabecera (las mutuas se escudan en que la sintomatología del acoso laboral no es enfermedad profesional actualmente), denunciar en juzgado de lo social, o abandonar la empresa por baja voluntaria con perdida de sus derechos como trabajadora. Nadie denuncia Acoso laboral si no es víctima, o sufre un riesgo psicosocial. En el caso de denuncias por irregularidades dentro de la empresa y que han derivado en Acoso laboral, es fácil comprobarlo. La Inspección de Trabajo, juzgados son lentos y los trabajadores nos encontramos en una situación de especial vulnerabilidad,  como para poder afrontar el riesgo psicosocial de manera continua, y la demora de un proceso judicial y administrativo lento y poco respetuoso con la situación mental del trabajador denunciante. Falta protección, protocolos y mecanismos de control por autoridad administrativa de la función pública. Nadie entendería hoy en día que a una mujer que denuncia violencia de género, se le dijera que volviera a casa con su maltratador hasta que se instruya el expediente por la Inspección de Trabajo o que solamente puede denunciar en juzgado pero conviviendo diariamente con su maltratador. Por tanto mi pregunta va encaminada a hacerles entender que en las Pymes y autónomos con menos de 50 empleados es donde más se vulneran los derechos de los trabajadores a un trabajo digno. También se producen irregularidades graves que son realizadas en mayor medida por los dueños de las Pymes con lo que difícilmente se corrigen. Hay que implicar a los colegios profesionales para que controlen las irregularidades de sus colegiados estableciendo canales de denuncia de Acoso laboral e irregularidades detectadas por los empleados de dichos colegiados. Confío que en un futuro a corto plazo, se garantice la seguridad de los trabajadores en su puesto de trabajo, con medidas efectivas, y cautelares durante los procedimientos de instrucción, que no provoquen un mayor sufrimiento que el que ya lo ha condicionado y estigmatizado como trabajador responsable por tener una escalada de valores y respeto a la ética profesional. Deben articular medidas cautelares y recursos humanos y de atención prioritaria similares a los restos de tipos de maltrato psicológicos de otros ámbitos, ya que se produce una total indefensión y sentimiento de abandono por parte de la función pública. Gracias por darme la posibilidad de hacer mi pregunta. Soy una mujer empoderada feminista y que nunca pensé lo difícil que es verse en una situación de este tipo. Trabajaré en poder ayudar, y apoyar desde mi experiencia personal, a todas las personas que sean acosadas moralmente en cualquier ámbito de su vida. Es de justicia Yolanda. Por eso creo que Sumar puede ayudar a crear una conciencia de la realidad psicosocial profesional de las Pymes españolas y las condiciones laborales que las trabajadoras sufrimos día a día. Especialmente en las de menos de 50 empleados.

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