Pregunta para Asamblea de Madrid

Soy Yoli y soy superviviente de un osteosarcoma, ¿por qué no se hace extensible la ayuda psicológica a los pacientes oncológicos una vez superado el cáncer?

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Yolanda Muros Pregunta de Yolanda Muros

Soy Yolanda, me diagnosticaron en el año 2013 un osteosarcoma mandibular.

Todo empezó un día que me di un golpe en el instituto en la mandíbula y se me empezó a inflamar y no se me pasaba. El pediatra, por precaución, me hizo una radiografía, justo el día en el que cumplía trece años. Me dijeron que había algo raro y que tenían que hacerme más pruebas. Me hicieron una resonancia y un TAC. Toda mi familia al ir a recoger los resultados ya se temían lo peor.

El momento en el que nos dieron los resultados yo no entendía nada, solo que tenía un tumor y que tenía que acudir a otro hospital, al Niño Jesús. Yo no me enteraba de mucho, al principio entendía que era un bulto que me quitarían y nada más, pero se me vino el mundo encima cuando mi madre me explicó que lo que tenía era cáncer.

El día que empecé mi tratamiento de quimioterapia, cuando me pusieron el Port a Cath conocí a una chica que también empezaba ese día su tratamiento. Enseguida nos entendimos super bien. Empecé los ciclos de quimioterapia y antes de operarme en noviembre vino a hablar conmigo la psicóloga que trabaja en el ala de oncología, pero nunca quise hablar con ella. Solo la daba las gracias por ofrecerme su ayuda. 


Tenia muchos miedos relacionados con la operación. Iba a ser muy grande, muy larga y muy aparatosa. Tenían que quitarme el hueso de la mandíbula, dientes y músculo y sustituirlo por otras zonas de mi cuerpo: con el gemelo con piel de la ingle. Tal vez tenían que hacerme algo más porque hasta que no me abrieran los médicos no podían saber cuanto tendrían que quitar. También me tenían que hacer una traqueotomía y ponerme una sonda nasogástrica porque no iba a comer. Lo peor de todo era que me iban a dejar sedada unos cuentos días, no me iban a despertar nada más salir de la operación. Por fin gracias a que mi madre y la psicóloga se compincharon, empecé a hablar con ella el día anterior a la operación, para quitarme algunos miedos.

Después de mucho tiempo en la UCI sin poder hablar ni comer por fin subí a planta y volví a hablar con la psicóloga y también empecé a ir al gimnasio del hospital. Teníamos un grupo de Whatsapp de adolescentes que iban a rehabilitación oncológica. Ese apoyo con otras personas de mi edad fue imprescindible en mi recuperación.

Después empecé un tratamiento experimental de quimio. Deje de comer prácticamente cualquier cosa. Todo me daba ganas de vomitar y se me juntaba el ser una adolescente con tener cáncer. La psicóloga me ayudó mucho con ese tema también.

Pero cuando más me hizo falta la ayuda psicológica fue cuando volví al instituto. Dentro del hospital vivía en un mundo a parte pero cuando vuelves al mundo real nadie te dice que no todo va a ser como antes. Dejas de ser el centro de atención de tu grupo de personas conocidas, de tus amigos y de tu familia. 
 

El primer año no me fue tan mal, pero pasado un tiempo me volvieron a operar y me pusieron unos tornillos para aumentar el tamaño de la mandíbula, cosa que me afectó mucho psicológicamente. Me afectaba que algunas amigas me trataran de la misma manera que antes, pero cuando trataban diferente me hacia sentir mas sola y me hacían sentir mal si les decía que me trataban de otra manera. Nada me venia bien y empecé a tener ataques de ansiedad. Todo esto tuve que tratarlo con mi psicóloga. Pero ella se fue y la nueva persona empezó a dilatarme las consultas psicológicas porque la prioridad del psicólogo hospitalario es la de las personas que están hospitalizadas, cosa que entiendo y es normal. 
 

Salir de una burbuja y tener que volver a adaptarte al mundo real es muy complicado, muchas personas que han padecido cáncer durante la adolescencia tienen experiencias similares a la mía. No es algo que solo me haya pasado a mi. 

Por eso creo que, de la misma forma que tengo que continuar yendo a revisiones onológicas y de otros especialistas después de superar el cáncer, deberíamos poder tener la opción de tener consulta psicológica los pacientes onocológicos incluso aunque ya estemos dados de alta. Porque la salud mental también es muy importante.  


De la misma manera que es muy muy importante poder relacionarte con personas que han sufrido cáncer durante la adolescencia, que ya han pasado por lo mismo que tú y que saben como te sientes. Me vino muy bien poder hablar con una chica que había superado el cáncer cuando estuve hospitalizada, te dan un punto de vista desde el exterior, pero comprendiendo tu angustia porque también pasaron por ella en su momento.

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