Pregunta para Congreso de la República de Colombia
Me llamo Yuraima Castro, soy inmigrante venezolana y mi hija tiene parálisis cerebral. ¿Cuándo se aprobarán las ayudas para los familiares cuidadores en Colombia?
Hola, soy Yuraima Castro, soy venezolana y actualmente vivo en Bogotá. Mi hija Dinha, que va a cumplir cuatro años este 22 de mayo, fue diagnosticada con hidrocefalia adquirida, aunque luego resultó ser congénita. El diagnóstico más reciente es de parálisis cerebral. Eso le impide ver, hablar, caminar. Necesita de una persona para cumplir con todas sus necesidades básicas.
Yo llegué a Colombia en abril de 2018 sin Dinha. En ese momento, ella se quedó en Venezuela en una hospitalización que duró un año en total. La cuidaba su padre. Yo viajé a Bogotá con una ayuda de 100 dólares que me dio un primo que vive en Estados Unidos porque en la ciudad tenía una oferta de trabajo. Pero cuando llegué resultó que no existía. Tuve que dormir tres noches en la calle, hasta que por fin encontré ayuda gracias a una vecina mía que había viajado también a Colombia.
Para sobrevivir, tuve que empezar a vender caramelos por la calle y trabajar de vez en cuando limpiando casas. También conseguí trabajo en un restaurante enfrente de la Clínica de Marly, donde me explotaban y debía cumplir con jornadas de 18 horas diarias sin posibilidad de librar ningún día. Al final de mes, no me pagaron por lo que había hecho.
Mi esposo y mis hijos, Dinha, Jeremmy y Yorgelis, que tiene un hemangioma congénito en la nariz, salieron de Venezuela en septiembre de 2018. Tomamos la decisión de instalarnos en Colombia porque en nuestro país hay una escasez grave de productos que eran fundamentales para nuestra hija. No había medicamentos y conseguir los pañales era casi imposible, debido a la crisis económica en la que está mi país desde hace ya varios años.
En Colombia tengo la condición de refugiada política. Eso me permite acceder a servicios de salud, pero la situación ha sido muy difícil porque el transporte de Dinha por Bogotá, una ciudad enorme, es muy complicado, y no tenemos derecho a las rutas vehiculares que hacen los hospitales porque no tenemos los documentos migratorios que nos exigen.
A finales del mes de abril, tuvieron que internar a Dinha en el Hospital de Meissen, pero le dieron el alta porque no había ningún especialista que la atendiera y tampoco la pudieron trasladar a otro hospital debido a los bloqueos y manifestaciones que ha habido en Bogotá por el paro nacional contra el Gobierno. Dinha está en Colombia desde hace más de dos años, y en todo ese tiempo, si un neurólogo la ha visto dos veces, es mucho.
Mientras tanto, yo sigo trabajando por debajo de cuerda, porque como no tengo los documentos migratorios necesarios, no me hacen un contrato de trabajo y me pagan muy poco. Pero no puedo renunciar a mis labores, porque mi hija, que ahora tiene una desnutrición aguda, necesita los servicios de salud, educativos y alimenticios.
Ayer, 5 de mayo, Migración Colombia, la agencia del Gobierno encargada del control migratorio en el país, empezó el proceso para regularizar a los venezolanos que viven sin documentos en el país. Más de la mitad de quienes venimos de allí no los tenemos. Eso nos permitiría acceder a los servicios de salud, de educación para los niños y a conseguir trabajo de manera legal. Pero entrar en la página en la que hay que hacer el trámite es muy difícil, porque los enlaces no funcionan. Ni a mí ni a tantos venezolanos que buscan, como yo, regularizar su situación. Según dicen, la entrega de esos documentos empezará en el próximo mes de octubre.
En el Congreso de Colombia estaban tramitando una ley para ayudar a todos los familiares que tuvieran a su cargo a alguna persona con algún tipo de discapacidad, pero parece que se estancó y finalmente no se ha convertido en ley. Llamo a los congresistas del país para que continúen trabajando en ella. En caso de que fuera aprobada, podría ayudarnos a tantas personas que estamos en esas condiciones, porque el cuidado de personas como mi hija requiere de mucho tiempo y dedicación.
Con tu ayuda podremos conseguir las 500 firmas que necesitamos para hacer ruido y presionar para que esa ley en beneficio de los familiares cuidadores sea aprobada. Seguro que muchas personas, tanto venezolanas como colombianas, lo están necesitando. Sólo hay que registrarse en esta página de Osoigo y apoyar. No toma más de un minuto. Y después, difúndelo por WhatsApp entre tus amigos, familiares y compañeros. ¡Dinha y yo te estaremos muy agradecidas!